Cuerpos exploran su abstracción, produciéndose casi geométricos y casi humanos, como una mediación, acercando lo uno a lo otro. Vuelven a trazarse cada vez en la misma relación: acostados, mostrándose linealmente al lado de, o en frente, desplazándose con sigilo de un rectángulo a otro o a un triángulo. Los objetos geométricos producen una geografía abstracta donde Mónica nos pierde, perdurable más allá...